Entonces, qué hacemos? No es tu culpa.

El cuello de botella sos vos, como venimos diciendo en esta serie. La atención que seas capaz de prestar a cada momento, las decisiones que tomes, y la memoria de corto plazo constituyen limitantes muy concretos, que afectan nuestro desempeño, en todos los órdenes de la vida.

Pero no queremos que te sientas castigado o individualizado.

No sos vos sólo. No es tu culpa. 

Muchas veces notamos que en general todos creemos ser especialmente proclives a las tentaciones. Si todos somos la excepción, entonces probablemente nadie lo sea. Somos todos. Pero por alguna razón hay un pudor, o una sensación de que somos especialmente débiles.

En los 80’ hubo una serie llamada El Super Héroe Americano, que en mi memoria infantil está guardada como una de las mejores. Por las dudas no la volví a mirar. 

Era la historia de un joven común, que le daban un traje cargado de poderes, y un manual de instrucción. En los primeros diez minutos del capítulo 1 pierde el manual, y se pasa el resto de la temporada tratando de averiguar cómo funcionan sus poderes.

Ese super héroe somos todos. Así que a continuación vamos a repasar y sintetizar algunas de la cosas que venimos mencionando, y ver si sirve de reemplazo para ese manual perdido. 

Cambiando el marco cognitivo

Lo primero es lo más importante porque es global: un meta tip acerca de cómo recibir, o cómo relacionarse con el resto de las estrategias. Dónde vas a poner mentalmente estas recomendaciones? Cuál es el marco cognitivo en el que se van a inscribir?

Lo vas a leer desestimándolos, pensando que no aplican tanto para vos, que los débiles son los demás, que vos no te distraes tanto, ni es tanto el foco que dejas arriba de la mesa?

O vas a leer desde una sensación culpa, de ser un flojo, de no estar a la altura de lo que el siglo XXI tiene como desafío para vos?

Esto va a afectar un elemento central para todo aprendizaje: 

La voz del coach dentro de tu cabeza.

Todo el tiempo tenemos una voz que habla dentro nuestro. Si prestas atención vas a notar una conversación constante. Hay mucho escrito sobre esta voz. (Una de las mejores ilustraciones de este fenómeno es la de Micky Singer, en The Untethered Soul). En las técnicas de meditación se trabaja sobre esta voz, intentando bajarle el volumen, reducirla, llevarla a su mínima expresión. Se parte de la idea de que esa voz es una ilusión y no es el verdadero Yo. 

Jim Loehr propone otra estrategia, que me parece muy interesante y que es más fácil de lograr: Ponelo a jugar a tu favor. Esa voz, (dice Jim) es la voz de tu coach. Lo que te digas, y cómo te lo decís, el tono y el contenido de esa voz son tus recursos más importantes

“Ves que sos siempre el mismo, que pisas siempre el mismo palito?” Es muy diferente a “estás nuevamente en un loop de distracción. Llegó el momento de reenfocarse”. 

Es estrictamente un tema de Mindset: Todo se puede modificar. Como me enseñó un profesor de meditación: Lo importante no es evitar distraerte. La clave está en cuántas veces podes volver de una distracción. Acá aplicamos lo mismo: Sos una persona que está en permanente modificación, y que puede aprender.

Biología y tecnología

Muchas veces escuchamos el drama del ser humano moderno: Un cerebro optimizado para la vida en la sabana, recibiendo infinitos estímulos por día. 

Sabemos que no podemos cambiar la biología, entonces modifiquemos el uso de la tecnología a nuestro alrededor. Por eso, es muy importante desarrollar el hábito del metatrabajo.

Trabajar sobre la forma como trabajamos. Dedicar parte de nuestra atención a los procesos para planear, ejecutar, reorganizar, y aprender, sobre nuestros es esfuerzo que hacemos en pos de nuestro trabajo. 

Sprints

Estamos más hechos para los sprint que para las maratones. Esto se da en todos los planos de la vida. Entonces, hace tu vida lo más binaria que puedas. 

Establecer distinciones fuertes entre el trabajo y el descanso. 

Tenés que buscar llegar a la sensación de estar full on y full off: en cada momento deberías estar trabajando a full en algo, o reponiéndote, igualmente a full. Evitá los momentos grises, en los que estás frente a tus herramientas de trabajo, pero chequeando distracciones (en mi caso: twitter). En estos momentos no estás ni enfocado ni reponiéndote. 

Mientras más clara sea esta diferencia de mood, mejor. Hay quienes recomiendan discriminar incluso los dispositivos: En unos solo trabajo. En otro me permito distraerme. 

Peleá por la claridad de tus espacios de trabajo

Una manera de conseguir claridad con respecto a tu trabajo, y de salir de la sensación de que el día no alcanza, que no hay progresos que alcancen, es limitar lo que te propones hacer cada día. 

Para esto tenés que tener claro el día anterior cuál es el deliverable más importante para el día de mañana? Sin una definición clara acerca de que haría que el día de mañana esté ganado, es imposible declarar la victoria. 

Cal Newport propone un esquema de weekly y daily goals: Cuál es tu proyecto más importante? ¿Cuál es el mayor avance que podés hacer para lograrlo, en esta semana? Y en este día? 

Una vez que clarificás esto, y lo anotás explícitamente para poder leerlo como si fueran instrucciones a vos mismo desde el pasado, comienza tu día y tu semana. 

Y acá viene la parte difícil; Una vez que lograste lo que te propusiste, el día terminó. Se cierra: Apagá el celular entre las 18 y las 21. Prendelo brevemente para chequear comunicaciones de final de día. Leé y respondé mensajes. (No chequear social media). Y modo avión nuevamente, para que funcione como alarma mañana. 

Por último: vas a fallar. La consistencia no es algo con lo que se nace, necesariamente. Es una habilidad como otras, que puede desarrollarse con práctica y el marco cognitivo adecuado. 

Ninguna de estas recomendaciones va a hacer la diferencia por sí mismo. Como dijimos al principio, lo más importante es que los encuadres dentro de un camino de aprendizaje, de ensayos y de experimentación, sin criticarte los resultados subóptimos. 

Si logras ese mindset, el resto es cuestión de seguir probando.