“Menos del 10% de las estrategias formuladas de forma correcta, son ejecutadas con éxito”. (Estadística-Estudio Revista Fortune-EEUU)
Con un mercado globalizado y altamente competitivo en todos los sectores, la capacidad de ejecución y, cada vez más, la velocidad en la ejecución es crucial. En la inmensa mayoría de las organizaciones, el fracaso se debe fundamentalmente a una pobre ejecución.
Para Charan y Bossidy – “Execution: The Discipline of Getting the Things Done”- la ejecución es “un conjunto específico de comportamientos y técnicas que las empresas necesitan dominar para obtener una ventaja competitiva. Es una disciplina en sí misma”.
Por eso hablamos de Ejecución como disciplina, porque no la concebimos como una herramienta aislada, puramente analítica. En los últimos tiempos hemos visto numerosos autores presentando diferentes modelos y/o herramientas de ejecución. Sea cual sea el enfoque de la ejecución que una organización quiera abordar, sabemos que hay 3 áreas clave que debemos abordar:
- Estrategia: Crea el vínculo entre los Procesos y las Personas.
- Personas: Crea el vínculo entre la Estrategia y los Procesos.
- Procesos: Crea el vínculo entre la Estrategia y las Personas.
La Alta Dirección debe estar en la primera línea de combate para garantizar que la estrategia se ejecute según fue diseñada, creando una cultura de ejecución que empuje a la organización hacia la acción. En concreto, el líder debe decirles a las personas claramente qué resultados espera, discutir con ellos cómo conseguir esos resultados, premiar a las que obtengan los resultados y decidir qué hacer con aquellos que no los obtengan. Por último, el líder debe asegurarse de tener a las personas adecuadas en los puestos adecuados. Algo que parece obvio en realidad y es razón fundamental de fracaso de muchas organizaciones.
Aquí esta la clave de porque hablamos de Disciplina y no de herramientas y/o procesos individuales. En definitiva resulta esencial para generar estrategias de negocio sostenibles (con los recursos internos disponibles) una estrategia ligada a la realidad, profundamente operativa y liderada por la alta dirección de la Organización.